El silaje de pasturas es un método de conservación de forraje húmedo donde la conservación se realiza gracias a la presencia de ácido láctico, producido por bacterias mediante un proceso de fermentación anaeróbica (sin aire).
El objetivo de realizar el silaje de pasturas dentro de los sistemas ganaderos de carne y de leche es el de aprovechar una mayor oferta de pasto que se produce en primavera y que resulta imposible consumir con mayor carga animal o con otro sistema de conservación de forraje.
Por esta razón es indispensable planificar correctamente todas las tareas como corte, picado, acarreo y llenado del silo a fin de conseguir un ensilado de calidad conservando los valores nutritivos de los cultivos.
Estos son los principales factores que lo determinan.
- Momento óptimo de corte.
- Momento oportuno de picado.
- Tiempo de llenado del silo.
El momento óptimo de corte determina en más del 50% la calidad final del forraje conservado. Para silajes de alfalfa o pasturas, el momento óptimo de corte es cuando el cultivo se encuentra con un 10% de floración.
Con respecto al momento oportuno de picado, se debe tener en cuenta el contenido de humedad de la andana. El porcentaje óptimo está comprendido entre el 50% y el 60%. Este contenido de humedad asegura que el proceso fermentativo se cumpla en forma correcta, debido a que si se pica con exceso de humedad se puede favorecer una fermentación de tipo butírica (caliente).
El tiempo de llenado del silo, determina en forma directa el final de la respiración y el inicio de la fermentación, que al principio es de tipo acética y si se trabajó en forma correcta, rápidamente pasa a ser de tipo láctica, asegurando que la conservación sea eficiente y confiable.